Ya hemos comentado en alguna ocasión que, a pesar de la fama que tienen las frituras, éstas pueden entrar en una dieta saludable siempre que utilicemos un buen aceite de oliva virgen extra.
El secreto de la tempura es conseguir una envoltura completa, que encierre la seta con una capa crujiente y que mantenga el interior jugoso. Podemos probar con trozos de setas enteras, si son grandes, tanto silvestres como de cultivo.
El secreto de la tempura es conseguir una envoltura completa, que encierre la seta con una capa crujiente y que mantenga el interior jugoso. Podemos probar con trozos de setas enteras, si son grandes, tanto silvestres como de cultivo.
Es este caso he utilizado Pleurotus ostreatus (gírgolas o setas ostra). Podéis probar con las que más os gusten como parasol (Macrolepiota procera) o con pie azul (Lepista nuda).
Como las frituras con tempura son rápidas suele pasar a veces que no se cocina bien el alimento. Para evitar que queden crudas las setas, y para que queden más sabrosas, las he pasado previamente por la plancha. Es un proceso laborioso, pero el resultado vale la pena.
Ingredientes:
500 gr. de setas
150 g de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
1 vaso de agua muy fría
Sal
Aceite de oliva
Elaboración:
Una vez limpias las setas las haremos a la plancha, con un poquito de aceite, hasta que empiecen a dorarse por ambos lados. Les ponemos sal y esperamos unos minutos.
Ponemos la harina en un recipiente, mezclada con la levadura y la sal. Añadimos poco a poco esta mezcla al agua, que debe estar muy fría, ya que la tempura sale más crujiente y rica cuanto mayor es la diferencia de temperatura entre el agua y el aceite. Tenemos que conseguir una masa homogénea y fluida.
Envolvemos cada una de las setas en la masa, echándolas una a una a continuación directamente al aceite muy caliente, a ser posible en freidora. Las vamos sacando al alcanzar el punto crujiente, dejando un momento sobre papel absorbente antes de servirlas.
Es muy importante comerlas recién hechas, ya que de lo contrario irán perdiendo el toque crujiente.