Los donuts elaborados de forma casera son un dulce estupendo para acompañar desayunos y meriendas. Evitamos así los inconvenientes de las grasas saturadas que tiene la bollería industrial.
Vale la pena hacerlos en casa y, eso sí, en este caso lo ideal es consumirlos en el día porque disfrutaremos más de su ternura.
Los fritos son saludables si los hacemos con ingredientes saludables como el aceite de oliva virgen extra. Si tenemos en cuenta esta premisa, podemos darnos el lujo de disfrutar de unos buenos dulces caseros de vez en cuando.
Ingredientes:
150 ml. de leche tibia
225 gr. de harina
1 sobre de levadura especial de panadería (equivale a 14 gr. de levadura fresca)
Una pizca de sal
1 cucharada sopera de aceite de oliva
1 cucharada sopera de azúcar
Aceite de oliva para freír
Azúcar para espolvorear
Elaboración:
En un recipiente añadimos la harina, la levadura en polvo, el azúcar y la sal y se mezclan.
En el centro hacemos un hueco donde se va vertiendo la leche tibia poco a poco y la cucharada de aceite. Se amasa varios minutos sin dejar que quede pegajosa. Si fuera necesario se puede espolvorear un poco más de harina.
Dejamos la masa en un cuenco engrasado tapado con un paño limpio humedecido y se deja subir durante media hora aproximadamente (hasta que doble el volumen).
Se coloca la masa sobre una superficie lisa enharinada y se amasa ligeramente para expulsar el aire. Se extiende con un rodillo hasta 1,25 cm. de espesor aproximadamente.
Se corta la masa en porciones circulares utilizando un cortamasas o un vaso invertido (el diámetro aproximado es de 7 cm). El agujero se corta igualmente con un cortamasas o un vasito muy pequeño y el diámetro es de 2,5 cm. aproximadamente. Quedan un poco más pequeños de los que se comercializan habitualmente.
Se colocan los donuts en una superficie engrasada para que dilaten y se dejan subir en un lugar templado durante unos 20 minutos.
Se fríen en abundante aceite caliente, primero dorando un lado y luego el otro. Al sacarlos, se dejan escurriendo sobre papel de cocina y se espolvorean con azúcar.
Para comerlos hay que dejarlos enfriar.