Cuando viene mucha fruta de repente, porque tenemos huerto o nos la regalan en cantidad y no damos abasto para comerla (sin llegar a estropearse o a aburrirnos...) tenemos la opción de hacer una rica mermelada.
Los dulces en conserva nos permiten disfrutar un tiempo prolongado de estas delicias y aunque la elaboración es un poco trabajosa, tenemos que tener la paciencia suficiente para esperar a que alcance una buena textura. Realmente vale la pena.
Los dulces en conserva nos permiten disfrutar un tiempo prolongado de estas delicias y aunque la elaboración es un poco trabajosa, tenemos que tener la paciencia suficiente para esperar a que alcance una buena textura. Realmente vale la pena.
Hacer mermeladas caseras produce una gran satisfacción. Eso sí, en la elaboración de mermeladas es muy importante guardar unas normas para su conserva. Los productos que se quieren guardar durante tiempo tienen muchos riesgos sanitarios por la acción de algunas bacterias. Hay que procurar consumirlas enseguida y guardarlas siempre en la nevera o realizar una buena esterilización.
En este caso he probado con la mermelada de ciruelas y la verdad es que dan ganas de comer este dulce a cucharadas y no parar. Pero hay que tener mucho ojo porque el contenido en azúcar es muy alto y no se debe abusar si queremos tener un buen equilibrio alimentario.
En este caso he probado con la mermelada de ciruelas y la verdad es que dan ganas de comer este dulce a cucharadas y no parar. Pero hay que tener mucho ojo porque el contenido en azúcar es muy alto y no se debe abusar si queremos tener un buen equilibrio alimentario.
Ingredientes:
1 kg. de ciruelas deshuesadas
400 gr. de azúcar
1 limón
Elaboración:
Conviene utilizar las ciruelas que estén más blandas. Se exprime el limón y se añade su jugo a las ciruelas previamente lavadas y deshuesadas pero con la piel. Pasamos la mezcla por la batidora triturando al punto deseado. A mí me gusta que los trozos de fruta estén muy triturados, pero hay quien prefiere que no lo estén tanto.
Añadimos el azúcar y ponemos al fuego la mezcla. Cuando empiece a hervir conviene ir retirando la espuma que se forma en la superficie.
No debemos dejar de remover durante el proceso hasta que alcance la textura que nos guste. En este caso llevó unos 25 minutos.
Para probar como quedará la textura al enfriar podemos poner una cucharadita de la mermelada sobre un plato enfriado en la nevera previamente. Si queremos más consistencia aumentaremos unos minutos la cocción.
Añadimos el azúcar y ponemos al fuego la mezcla. Cuando empiece a hervir conviene ir retirando la espuma que se forma en la superficie.
No debemos dejar de remover durante el proceso hasta que alcance la textura que nos guste. En este caso llevó unos 25 minutos.
Para probar como quedará la textura al enfriar podemos poner una cucharadita de la mermelada sobre un plato enfriado en la nevera previamente. Si queremos más consistencia aumentaremos unos minutos la cocción.
Para elaborar la conserva deben llenarse los botes de cristal previamente esterilizados con la pulpa aún caliente y cerrarlos herméticamente. Utilizar la olla a presión es el método más seguro (hay que aislar los tarros del fondo), tras 20 minutos desde que empieza a salir el vapor estarán listos. Conviene etiquetarlos con la fecha de envasado y guardar en lugar seco y oscuro.